El desayuno es un deleite

Despertar cada mañana con la increíble vista desde la terraza del hotel mientras disfrutamos de un desayuno con mermeladas caseras y café exquisito fue un verdadero placer. Los propietarios nos hicieron sentir como en casa desde el primer momento, y el servicio fue excepcional, siempre atentos a nuestras necesidades, ayudándonos incluso con el transporte desde el puerto de ferry.

Sin embargo, el acceso al hotel puede ser un reto. La pendiente hacia el puerto es bastante empinada, lo que podría ser un inconveniente para algunos. Aunque al principio nos asistieron con el traslado de nuestro equipaje, un ascensor podría hacer la experiencia aún mejor.

las habitaciones son cómodas y tienen aire acondicionado, grandes vistas desde el desayuno. el olor en el baño era incómoda.

Un lugar acogedor con gran atención

Me encantó la hospitalidad. A mi llegada me recogieron del ferry y el desayuno en la azotea es simplemente genial, con vistas al mar. Las habitaciones son cómodas, aunque hacía calor y el aire acondicionado no era suficiente. En general, un lugar muy agradable para disfrutar de la isla.

el acceso por las escaleras puede ser complicado. pero las habitaciones eran limpias y cómodas. el desayuno en la terraza tenía vistas impresionantes y el personal fue muy amable y atento.

Terraza en el techo hermosa.

La terraza de Clelia me hizo sentir como si estuviera en un jardín encantado, equipada con todo lo necesario para un día perfecto. Después de nadar y explorar la isla, poder usar las duchas y los secadores de ropa fue una bendición. Además, los sabores de las mermeladas caseras de Clelia son más irresistibles que una oferta de pizza a medianoche.

Acceso por escaleras

La estancia fue increíble, especialmente porque mamá estaba con nosotros. Tuvimos acceso a una gran terraza con secadores de ropa y duchas, lo cual fue útil después de un día en el mar. Clelia y Fabio fueron muy amables y nos ayudaron en todo.

A mis hijos les hubiera gustado que hubiera un ascensor, ya que las escaleras fueron un poco desafiantes.

Estuvimos muy satisfechos con nuestra estancia. Las habitaciones eran limpias y agradables, y disfrutamos del desayuno en la planta superior con vistas impresionantes. La llegada fue muy conveniente, con un coche que nos recogió del ferry, aunque el acceso por escaleras podría ser un poco complicado para algunos.

Nos encantó la limpieza impecable de las habitaciones y el desayuno continental con deliciosas mermeladas caseras. El servicio fue excepcional, siempre atentos a cada detalle. La ubicación es excelente, cerca del centro y de muchos lugares interesantes.

Sería genial si hubiera más opciones de menú para la cena.